Pava 2

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El caso fue que la pava se murió al parecer de golpe de calor. La había entregado en préstamo adopción para que anduviera en un patio amplio y de esa manera no tuviera estrés en su proceso de empavar sus huevos. Pero murió, la enterraron y dejó huérfanos 13 huevos.

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La persona me avisó de su repentina y abrupta y dijo que iba a buscar a una amiga que tenía una incubadora, que no me preocupara por los huevos huérfanos. Y para el caso entonces ya con esa información me desatendí. Si bien no pude dormir tranquilo por la muerte de mi Queen Elizabet, que así le puse de nombre, al menos ya no me preocuparía por el destino de su ovípara descendencia. Esa noche soñé "con serpientes de mar, con cierto mar ay de serpientes" soñé. Me desperté, me asomé meditabundo e impávido al pequeño patio donde la tenía. Dije entre dientes: "aquí estuvieras". Pero hice caso a que en otro lugar iba a estar mejor. Y sí, ya descansa, está en lugar mejor.

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Pero lo de la incubadora profesional no sucedió. Me mandó la amiga un mensaje a las 10 de la mañana siguiente: "incuvadora no fue posible; disculpas. En la tarde te llevo tus huebitos".  Me rasqué la cabeza sorprendido y ahora preocupado. ¿Comérmelos? Ni nunca. Me castigaría Dios y la pava me asustaría en las noches en mis sueños. Así que busqué una alternativa.

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Recordé vagamente que en la secundaria hicimos un experimento de empollar huevos en incubadora casera. Le pregunté a mis compañeros de grupo, que hicieron un paréntesis en cuidar nietos para explicarme que ese experimento fue todo un éxito, que de 12 huevos nacieron 13, porque venía un huevo con gemelos. Y me dieron muchos detalles que para mí ni en cuenta. Quiénes llevaron la caja, el aserrín, el termómetro, la instalación de foco, etc.. Que nos habíamos sacado diez. Todos lo recordaban a la perfección, menos yo, y se sumó a mi preocupación la idea de una probable  inicial demencia senil o principios de Alzheimer.

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Me fui a los tutorials de Youtube. Miré catorce, algunos breves y otros más extensos. Todos coinciden que es fácil, que basta con tener interés y entusiasmo, y por supuesto, los huevos fértiles. E hice un promedio de las indicaciones. Algunos videos son de Canadá, de Etiopía, de Argentina y dos de granjeros del desierto mexicano. Excelentes, que ya casi me considero experto en ser padre artificial de huevos de pava.

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La temperatura debe ser 37.5. Los huevos deben de marcarse cada uno con "O" y "X para voltearlos cada 12 horas y no confundirse. Si subió la temperatura a la recomendada se deben mojar las manos al voltearlos, para refrescarlos. Se debe tener un rociador para lo mismo que se sienta que hay más calor. A los diez días sele puede hacer una prueba a contraluz para ver si va desarrollando el patio. 

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Me puse a buscar la caja, anduve buscando una carpintería por toda la colonia y alrededores para pedir aserrín y viruta; ya no venden focos incandescentes, los de ahora dicen 40 watts, pero el calor es como de 15 grados centígrados, y se requería conseguir termómetro. Para conseguir el foco anduve de casa en casa para ver si alguno tenía de esos económicos incandescentes y cambiárselo por uno de esos ahorradores de energía que valen 20 veces más. Termómetros en la casa había tres, pero cada uno marcaba diferente. Finalmente logré establecer mi incubadora casera. 

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Cada hora o dos horas le ando checando la temperatura por la diferencia de los tres termómetros. Y sudo mucho  al estar sentado frente a la incubadora con la mirada fija en los huevos, esperando que los termómetros se ubiquen en su medida final. En las madrugadas aprovecho que me levanto a orinar para revisar la temperatura que a veces anda medio grado arriba o abajo, y tengo que regular el foco subiéndolo o bajándolo un poquito más y esperar. Apenas van 4 días y ya tengo ojeras Me faltan 24. Solo que tenía planeado salir de viaje tan pronto recibiera la segunda dosis de vacuna. Y ahora ya no podré salir hasta el fin de la empresa pecuaria de casa.

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Y ya saqué cita con el siquiatra para que me recete algunos ansioílticos o antidepresivos. A nadie le recomiendo tal tarea de empavar o empollar en casa, si no nos dedicamos a ello. Diría Nicolás Guillén: "ay, señora vecina, se me murió mi gallina" (pavita). 

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