Anoche tuve un sueño

Anoche tuve un sueño. Un sueño con gacelas y serpientes. Ah, y la encantadora de serpientes ahíta, voluptuosa, sonriente. Un sueño con  árboles frondosos y viento, mucho viento. La encantadora soplaba la flauta extasiada y emitía sonidos del tipo tu, tu, tu. No eran notas armónicas, por supuesto, mas bien todo lo contrario. Sin embargo las serpientes no tienen educación musical para saber la diferencia. Y  se levantaban, chillaban, se revolvían en sí mismas. Tuve un sueño. Era el encanto del movimiento táctil, pétalos de orquídeas, rosas. Y pájaros. Muchos pájaros sobre el alambre y las ramas de los árboles. Anoche tuve un sueño. "Átame", gimió sudorosa elevada al rango del encanto. Las serpientes dóciles a nuestro alrededor, vigilantes, altivas, satisfechas.  Era un templo, la desnudez del alma ante la casa de espejos. Era un vetusto sueño de imágenes cien mil veces repetidas.  Y caí en cuenta en la reflexión misma que un hombre representa toda la humanidad. Una mujer es una y todas la misma, al decir de género. Era mi madre recibiendo dos o tres cinturonazos mientras yo me abrazaba a ella, que perdía por horas la memoria, dueña y señora de todos los olvidos. Fue tan solo un sueño y desperté para soñar de nuevo.

Comentarios

  1. "¿Átame?, gimió sudorosa.
    Oh, no... aunque alguien lo pida, no hay que atar a nadie.
    Atar no es amar, el amor es libertad. Esa libertad que no se entiende a menos que se conozca, que se viva.
    Jesús el Mesías dijo que vino para traer libertad a los cautivos.
    Porque se es cautivo de tantas cosas que nos atan a este mundo, pero en Él la libertad es verdadera... ni los barrotes de la cárcel te detienen. Hay que experimentar, es como nacer de nuevo, meterse en el vientre de la madre y nacer, Nicodemo no entendió y era maestro judío.
    No hay que atar, nada más hermoso que ser libre en el verdadero sentido de la palabra; hay una sola esclavitud que arroba, que fascina, que no se siente que transforma con visión de eternidad, ese sometimiento voluntario a Dios, para que llene, para que haga brillar el amor en el corazón.
    Dios se jugó el todo por el todo, al darnos libre albedrío... Él no ata, Él deja libre, porque Él lo es y cuando nos damos cuenta de esto, entonces es fácil y comprensible vivir a sus pies, aprendiendo, cada vez más, cada día.
    A mí no me gusta atar a mi perro... me duele, aunque es travieso (jajaj) y me rompe la ropa en el tendedero si lo dejo.
    Los humanos rompemos cosas (el corazón es lo más duro), pero no hay que atar. El amor lo puede todo ...

    Serpientes ... símbolos del mal. ¿Sabía que era el animal más hermoso del huerto del Edén? Dice Isaías que tenía alas y volaba... su piel era tornasol. Bello animal, pero se prestó para el mal. Génesis narra el primer caso de espiritismo en una serpiente y de allá para acá...uuhhh.
    Qué cosas con los sueños, hay 4 razones para ellos... Algún día hablamos de eso.

    Pétalos de orquídeas y rosas. Y pájaros... eso es romántico. Las flores y los pájaros bellos (que cantan), son románticos.

    Era mi madre recibiendo dos o tres cinturonazos mientras yo me abrazaba a ella... Noooo, no me gusta la violencia, disculpe. Ese verso es triste, signifique lo que signifique.

    Gracias de nuevo, por seguir compartiendo. Cuídese, DLB

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