Cuarta mano es escribir el vano intento

Los sueños son reales porque son sueños. Si no existieran serían otra cosa menos sueños. Es un apunte viejo que tengo en una servilleta usada y olvidada un tiempo. No, perdón, en una falda provisional amarilla, corta, olvidada en un rincón La cuarta mano viene siendo esa, como imaginar al gato en su cuarta vida. Anoche apenas un huracán, una bomba de tiempo. Un sueño sin fanfarrias,  Estaba la puerta cerrada, y la lluvia, el ventarrón y la negritud de una nube densa por sobre el villorrio, casas de madera. Yo tenía el dedo principal cortado, sangrante a causa de un filo de vidrio, o un clavo, ya ni sé. Pero estaba la sangre. El índice es importante porque señala y fija un punto. Pasó por tres filtros ya, tres pruebas, sandía calada por el tiempo. Lo rojo no era de sangre, si no de la sandía dulce. Cuarta mano es escribir el vano intento de detener el tiempo mediante la escritura a cuatro manos, cuando las tres hicieron lo propio y el resto de tarea queda a la cuarta.

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