Doctor a sus órdenes

Doctor a sus órdenes, pacienta:
Haga caso de las indicaciones y el recetario que dejé escrito en piel:
Pancita no coma ni chicharrones muchos
Ubre menos.
Tacos ya no, ni nunca.
Menos de ojo.
Un pan de vez en cuando, concha
Ah y referescos de cola tampoco.
Azúcares poco y poquitísima sal.
Un coquito de vez en cuando también para las lombrices
que de algo se alimentan
y ancas de rana son nutritivas
aunque luego ande uno salte y salte
leer poemas tranquiliza
y escribir a manera de terapia
los tés haga la costumbre de tomarlos
que no falte el Té amo y el Té quiero
Niegue los abrazos si llevan compromisos
y nada de escotes que el aire de la tarde noche
es traicionero
Cuando ande sola tenga buenos pensamientos
y en la tina cante, enamorada
y baile cuando nadie la vea
Nada de grasas, sólo gracias
y otras palabras que ayudan con las gentes

Qué le parece esta loquera
dicen que es saludable cuando ahogan los problemas
de la vida diaria
y el trabajo nunca termina y dicen que cuando uno muere
entran otros y de nosotros ni se acuerdan
Y esto vaya que es cierto
lo susurran en el silencio de la noche los difuntos
amigos que se fueron

Así que trame trucos
juegos y guiños (por nosotros, claro)
dele vuelo a la hilacha de los sueños
y las lecturas, películas 
y visite los hermanos y perdone lo perdonable
eleve cometas e imagine que anda usted allá arriba
donde andamos
siempre con cara de alegría
y tranquilidad

Que estos tiempos andan, pacienta,  en el mundo del revés:
los tontos de capirote 
dicen ordenar al mundo
porque tienen algunos altos puestos en las manos
y rebuznan fuerte
y tiran coces con sus patas.

Usted y yo, pacientita
Sabe, como muchos,
que la verdad se divide en muchas partes
y de la mentira quieren hacer institución y monumentos.
Esto no termina
la historia da muchos ejemplos
Todo es vanidad y mentira
Todos tienen las imágenes
según el cristal con que se mira.

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