Calaverada

 Calaverada


Aquí quedó en polvo/ el vanidoso esqueleto de Toño/Ni su corazón cariñoso se salvó/ comió y bebió suficiente/ amó cuanto pudo/ más al fin llegó/ a tan anhelada estación:/ la muerte. 

Al fin descansa sereno/ de tanta cuita y alegría/ Nada se pierde/ pues reía como malvado/ porque nada ganó/ si acaso la dicha de no ser señalado/ 

Fue de gris su color/ a veces con brillo/ alguna chispa tenía/ no fue pintor/ ni fotógrafo/ ni escritor/ ni periodista/ acaso hacedor de limonada con grata sonrisa/ no cantante/ acaso amante/ en función de la rima. 

Un día como hoy se recuerda su alma. Gloria en dicha mezcla con desdicha/ como toda natural vida. Sombras y luces. 

Aleja diablo tu querer/ de llevarte su alma ambiciada/ quedará ahora en el limbo/ entre el hacer y las hadas/ musas cercas o lejanas/. 

No dijo adiós cuando se fué/ no quiso ver llorar. Nunca supo que su muerte entristeció/ a más de una alma engañada. 

Adiós enterrado aquí está.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam