Agradecimiento (a Dios, a ti)

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Soy poco pegado al internet. Pero sí me impresionan muchas cosas que se difunden por esa vía. Por ejemplo: las fotos o videos donde hijos o hijas graduadas llevan a su padre, madre o abuela a la ceremonia donde reciben el título y se toman fotos orgullosos con ellos, muy humildes. Me impresiona porque la mayoría de quienes son profesionistas no solo ellos tuvieron que hacer un esfuerzo de levantarse temprano, bañarse con agua fría, trasladarse a una escuela, hubiera frío o calor extremos, desvelarse para estudiar, sacrificar fines de semana mientras otros andaban en fiestas o haciendo nada. Sino también el sacrificio hecho por el padre, madre o abuelos.

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Por eso dicen que el agradecimiento es una de las actitudes que mejor definen al hombre de bien. Dicen que es preferible olvidar cuando hacemos un favor, pero nunca olvidar a quien nos lo hace, y en lo posible decírselo, hacérselo saber. Y en este caso a la persona que se sacrificó de otra manera, apretándose el cinturón, ahorrando, desvelándose para esperarlos, aunque cansados, en alguna parada de autobús, o ir hasta la carretera en bicicleta para esperar y trasladar al hijo o hija o nieta, que viene llegando, tarde de sus estudios. Y eso aún cansado luego de su propia jornada laboral.

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Siempre hay una persona que nos echó el hombro. Lo mismo puede ser un hermano o hermana mayor, un tío, o en ocasiones una persona ajena a la familia, pero con un buen corazón, que nos conoció y sabía que necesitábamos de su apoyo, a veces moral, más de las veces económico, para la compra de un libro, de un material, o uniforme, o mensualidad, o pago de transporte. Uy, en mi caso yo no terminaría de escribir nombres. Y en otros escritos lo he hecho, nombrando a uno u otro. Yo, por ejemplo, estudié mi secundaria y escuela Normal con beca. Pero sin el apoyo de mi fmilia y de otras personas yo no hubiera podido estudiar. Así de simple

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Y en referencia a las fotos o videos, me alegra ver a niños o niñas cantando, tocando un instrumento, bailando, y sé que tras su genio e ingenio para aprender, hay quienes los motiva, los apoya incondicionalmente para que desarrollen dichas aptitudes que tienen, en cualquier actividad académica o artística. Y es su familia o alguien ajeno a ella, pero sin duda de buen fe y mejor corazón.

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Agradecer es abrir el alma siempre. Y desear que siempre vibre y brille todo a favor de quien hace el bien. Es orar en voz alta o en secreto para que a las otras personas les vaya bien. Es regresar en otras personas que lo necesiten el favor que les hicieron y ahora lo hacen en otros. Es desprenderse del ego y querer que a todos les vaya bien. Y por cierto, cada quien lo hace con lo que puede, con lo que tiene o con lo que siente que es su deber.

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Cada vez que veo un video de auxilio o apoyo a otros, mi corazón vibra por la esperanza que se mantiene sobre la humanidad, sobre el matiz humano que perdura como una antorcha encendida de fé, aún entre todos los infortunios que aquejan a la humanidad. 

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Antier vi un video en donde un auto va por una carretera y se sale de ella dando tumbos, al parecer la o el conductor están inconscientes, y entonces un automovilista se da cuenta (aparte del que va grabando) y se le pone enfrente del auto sin control para detenerlo con la disminución de la velocidad al dejarse ser chocado por alcance. Y así salva a la persona que venía inconsciente dando tumbos en su auto. ¿No es maravilloso?

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En el barrio o comunidad es necesario detectar quienes tienen la disponibilidad de ayudar el área, y reconocérselo, y en la medida de las posibilidades , y de nuestros haberes, a sumarnos a ellos. Nos irá mejor a todos, sun duda alguna. Y sería bueno agradecer siempre en nuestra memoria a quienes en nuestro trayecto nos echaron la mano para salir adelante.

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Lo dice José Alfredo Jiménez "¡cómo puedo pagar que me quieran a mí y a todas mis canciones... deberás, muchas gracias..."

(ah, y también agradezcamos a quienes nos han acompañado y dado consejos, abrazado fuerte en momentos difíciles)