Las nubes

Entre las nubes

1
La primera vez que subí a un avión fue en 2002. Me tocó ventanilla. Tres meses antes había muerto mi madre. Entonces por la ventanilla miraba las nubes. Entró humo en mis ojos y dije en voz baja: "¿por dónde andas, mamá?"

2
Si el agua toma la forma del recipiente que la contiene, entonces las nubes toman la forma de los vientos que las mueven. Y como el azar es caprichoso, entonces a veces son formas muy conocidas, como conejo, perro, tiburón o pejelagarto, entre muchas variantes, y a veces son formas tan abstractas que definitivamente no necesita que las conozcamos. Simplemente son de una rara y singular belleza.

3
Cuando ando entre las nubes, pienso en las incertidumbres del futuro, en todas las variantes posibles que se pueden presentar tanto en la vida personal, como en mi relación con las otras personas, cercanas, lejanas y las nuevas por conocer. Entonces me encuentro con alguien que me sonríe, que me saluda, y como todos andamos con el cubrebocas, trato de identificar a la persona, no lo logro, pero saludo con el mismo entusiasmo como si lo recordara bien.

4
Hace como tres semanas andaba en el área de frutas (dije frutas) y de pronto me jala de la camisa una señora guapetona y de sinuosas formas corpóreas, y me empieza a gritonas empezando con el tropical y tradicional hijueputa. "Hasta que te encuentro hijuelagran ..", gritó tan fuerte, feo, estruendoso. Al voltearme, me desconoció, y me dijo muy suave y amistosa "Ay, disculpe, que pena, creí que era mi ex marido". Andaba yo en las nubes vagando entre papayas y toronjas, y esa señora me hizo que aterrizara a la realidad. Yo asustado y nervioso, tartamudeante, le dije de broma "para disculparla, señora, deme su número de teléfono". Y ella sacó de su bolso una libretista, arrancó una hoja y anotó un número y dibujó rápidamente un corazoncito.

5
Me dicen que los que se enamoran al "full" andan como entre las nubes. No lo sé de cierto, pero he tratado de investigarlo. La práctica hace al maestro, digo solo como tema de investigación. Me dicen, me aseguran, que el enamorado vaga sin caminar, camina sin tocar el piso, sueña despierto, y dormido sueña más, recorre pasillos de la vida y de la muerte, mira como si todo tuviera neblina y canta angelicales canciones como si estuviera en el limbo o ya directamente en el cielo. Luego cae estrepitosamente como decía Cornelio Reyna, como de 20 mil metros de altura, y todo descalabrado metafóricamente, reniega de lo que vivió. No debe ser el caso.

6
De niño me acostaba en el césped de un parque. Y miraba al cielo o infinito. Todo azul y la sorpresa, que pasaban las nubes, en un movimiento suave. Generalmente eran blancas, como barbas de viejo, y si venían nubarrones, era indicio de que vendiese la lluvia, y entonces corría hasta llegar a la casa. Pero con las nubes blancas, decoradas con un leve gris, hacía un reto personal, de encontrar mínimo diez figuras, para levantarme y dedicarme a otra cosa. Y de cada figura que encontraba, la dibujaba en el cuaderno. Y al día siguiente le llevaba a mi maestra de tercer grado, que mucho caso no hacía. Solo exclamaba un ajá. 

7
“Nube gris” es una canción (“si me alejo de ti, es porque he comprendido, que soy la nube gris que nubla tu camino…”) que aprendí en la secundaria, de tantas canciones que nos daba a conocer el maestro de música. Y en todo caso las dos palabras del título de la canción anuncian penas, dolor, lejanía, separación, lo que de quienes lo sufren, andan tristes, como que el sol no los caliente y nadie los comprende. Solo que todo principio tiene un fin, para dar paso a otro principio, y en consecuencia a otro fin. Mi "nube gris" fue una bicicleta de ese color que un día me la robaron, y la pedalearon otros.

8
“Se perdió el celaje azul donde brillaba mi ilusión. Vuelve la desolación, vivo sin luz”. Así termina esta canción. “¡Cómo sufres!”, me dijo una amiga al leer este tipo de temas en lo que escribo cuando recurro a una canción con letra de dolor. “Nada que ver”, le respondo. Me gustan las canciones. Solamente eso. 

9
Estos son los nombres de los distintos tipos de nubes: cirrus, cirrocumulus, cirrostratus, altocúmulos, altostratos, nimbostratos, estratocúmulos, estratos, cúmulos, cumulonimbos. Qué bellos los crepúsculos, con variación de nubes, y los colores que refleja con la salida o despedida del sol. Belleza total. 

*Fotos tomadas de internet 
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