En todo caso
No hay más. En todo caso el tiempo no se detiene. Y Y va minando esa vanidad muy nuestra y de todos. En que, soberbios, miramos por el hombre a los niños y viejos. No aprendimos la lección de las flores que se secan sin más. Del rio cuyas aguas pasan y pasan. Y de la sonrisa que de ser y mantenerse, pasa a una mueca absurda que a nadie alegra y menos convence. Meted alambres a las carnes para que aparenten lozanía y dureza. No hay más que estar y desaparecer. No hay vida que tarde hasta la resurrección. Y al día siguiente vienen las moscas invitadas por el olor. Y en lo alto planean cerca las aves de carroña. Listos para arremeter.
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