De visita en USA para recibir el año

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Vine de visita a Estados Unidos. Bueno, es tan grande este país, que acotando lo geográfico, realmente es al Estado de Texas. Bueno, este Estado es realmente grande, la realidad es que es al Distrito de Brownsville. Y específicamente a un barrio, la Southmost. Y algunas calles y centros comerciales. Esta ciudad texana es la contraparte de Matamoros. Los separa el río Bravo. El Grande del norte.

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Desde el inicio de la pandemia Covid el 2020 cerraron la frontera Norte a visitas no esenciales. Y luego cada mes decidían si abrían o no. Cada mes era la esperanza. Y posponían la apertura hasta el mes siguiente. Y apenas el 8 de noviembre de este año la abrieron. Para beneplácito de quienes les urge cruzar. Como es mi caso.

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Yo tengo dos hermanas con sus familias en

 Brownsville. Y cada vez que puedo las visito. Me quedo algunos días. Y luego me regreso a México. Cada año las visito. 

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Uno de los requisitos básicos para pasar la frontera, aparte de la visa, es que se presente el certificado de vacunación. Y que estas vacunas sean de las aprobadas por la OMS. Ni la sptunik rusa ni tampoco la Cancino china. Puede ser de la Pfizer y la Moderna.  Recordemos que la Cancino es la que se aplicó a los docentes. Y estos han buscado la manera de librar este requisito. Unos ya se vacunaron con Pfizer, aunque su certificado no las refleja. No aún.

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En Brownsville el movimiento del comercio se ha trasladado de donde estaba antes, pegado a la zona del cruce de los puentes nuevo y viejo,  a los grandes centros comerciales al interior del Distrito, desplazados unos siete kilómetros hacia el Norte, donde destacan Dillards, Sears, Tarjet, Home Office y muchas otras marcas del neoliberalismo.  Ahora esa zona comercial vieja tiene poco movimiento con tiendas de baratijas chinas con chinos como propietarios. Algunas tiendas son del tipo todo a dollar. Y las clásicas de ropa usada en minoreo o por paca.

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Los ciudadanos estadounidenses pueden tener armas en su casa y llevar una en auto. Para su compra hubo un registro para revisar antecedentes y posteriormente su autorización o no. Para portarlas en público deben de tramitar un permiso especial. Luego suceden lo que ya conocemos de balaceras en centros comerciales y escuelas. Pero eso ya es otra cosa.

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Estos días pasados Valentina de 14 años se estaba probando un vestido para su fiesta de quinceaños. Una bala perdida le arrebató la existencia. Previo un masculino andaba en el centro comercial con una cadena en la mano golpeando paredes y amenazando con golpear personas. La policía lo siguió y le disparó. Una bala atravesó el probador de ropa. Valentina estaba adentro y fue la víctima.

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Mi hermana mayor Paz, de bello y esperanzadora nombre, vino de Harlingen (a una hora de la frontera) a visitarme en la casa de mi hermana en Brownsville.  Aquí estuvimos recordando de su niñez, muchas cosas que yo no sabía. Me encantó la plática. Comimos elotes asados. Y pasaron por ella para pasar este fin de año con sus hijas y nietas.

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Por cierto. Está algo relajado el paso fronterizo. La visa y piden el certificado de vacunación, y que solo coincida en el nombre de la persona con la visa. Y a veces ni eso revisan. 

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El caso es que luego de dos años, lo que tiene que ver con la pandemia Covid no pude ver a mis hermanas, cuñados y sobrinos de Brownsville, hasta ahora, diciembre 2021 para recibir el año entre cumbias norteñas y un cabrito en el asador. Ya lo necesitaba mi alma para recargar pilas y seguir con esta bella vida. Saludos a todos. Feliz año nuevo.