Ante tanta prisa

Ante tanta prisa es necesario detenerse y concluir sobre el movimiento y el pensamiento. Ante la oscuridad es preciso sonreír. Y dejar para después el afán de perseguir lo que no se alcanza, a excepción de la utopía. Ante la vanidad y el hastío, con pretensión lujosa de soledad, hay que mirar atrás para construír mejor futuro. Y mejor es un decir, es necesario respirar bien y detenerse a mirar lo que no vimos, precisamente por la prisa. En el mercado las frutas frescas. Y en la calle la gente alegre y sonriente. Tocan la campana cerca de aquí. Acudirán al llamado  Ante tanta prisa es necesario detenerse y revisar el nivel de sueños cumplidos. Y saber que aún hay tiempo. Tenemos aún unos segundos o minutos más de aliento tibio.  La vida misma los merece. Nosotros por lo mismo.

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