Se sueña

Se sueña que se canta, artista de ocasión en bar donde se anhelan pasarelas. Que se es corriente de río o mar transparente y azul. Se sueña que se es, que se es sed para clamar la bienvenida lluvia. Se sueña que se vive en eternidad disfruta de lo zafio. Que andamos pie para la calle, saltarines caminos deslavados y con polvo. Se sueña perfume griego o egipcio de la antigüedad. Aquella vez por Atenas. Catulo, dónde andas. Es preciso definir el reino de los olores, colores, sabores, sensaciones de la vida misma. Ese pasado reciente se sobrepone al presente nuestro. Brizna del tiempo concebido. El higo en la memoria. La manzana en el origen. Las toronjas del recuerdo inmarcesible. Yo me doblego ante la histeria. Ante el desamor oblicuo. Esas razonables voces del reclamo por andar cantando sin ruta y rumbo. Tope en eso que al cabo mi gusto es. Sábado de música para despedir sábado con domingo ya entre las manos. Por si fuera poco, andamos locos por el elogio del espejo. Bienvenido el tiempo, la dicha, la humedad. Domingo de amaneceres cantarinos. Se sueña que se vive, que se sueña.

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