De tarde

De tarde uno busca refugio en brazos y en pupila. Luego de los pasos presos, del atracón por la luz de los días, de andar de hombro de otros, y pedir a buen resguardo el desayuno de miradas. De tarde vengo a la cocina a buscar el café con leche que me tenías listo. De tarde busco el arroz con leche que me preparas. De tarde busco crucigramas para resolverlos juntos. De tarde me asomo a la cocina para la sorpresa de encontrarte de nuevo ufana. Y no estás porque fuiste de viaje al campo sonoro, de manantiales transparentes. De tarde busco tus palabras. Y no estás. De tarde busco los poemas y los libros. Y no estás porque la muerte no come golosinas. Y el postre es solo para los rebeldes. Los que abrevaron tardes de filosofía. Y escribieron notas al margen de los libros. Busco tu pupila alegre. Para situarme en el refugio de tus brazos. Tú sabes lo que digo. Cuando escribo ojos color sol, para que cante Silvio. Y las toronjas brotaron de la flor.

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