Todo tiempo

Todo tiempo cabe en un beso. En una fricción sin tiempo mineral expuesta a los rayos del sol desde la caverna. Todo tiempo cabe entre dos signos, dos moléculas. A veces de interrogación cuando la espera y de admiración a veces, cuando los delirios del vuelo. Todo tiempo es el nuestro, bajo el influjo preciso de los anhelos, de los sueños. Mineral, roca, vegetal, ardiente frenesí, la vida. Recovecos donde guardamos los momentos idos, grabados en la piel. Imágenes donde fueron desfilando las emociones, las sensaciones, ese afán de andar plenos por la vida. Todo tiempo es una fracción, definidas por las fricciones donde la chispa del amor y la amistad alumbran el camino. Una tempestad es nada en el todo tiempo.

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