Cuando me vaya

Cuando me vaya ´tejerás un recuerdo de mí por breve tiempo. Leve como la hoja en el viento. Como una nube confundida en el horizonte. Como un par de libros que vuela y vuelve luego de la maravillosa noche. Como el frenar con suavidad cuando todo ha quedado atrás. Fonollosa, cualquier poema. O Rubén Bonifaz en Carta a una amiga. O el libro del ajedrez en las jugadas infinitas. Dices que la soledad. Que estabas sola. Nada hay más aterrador que estar acompañados de familiares  y amigos en el partido de futbol y sentirse solo. Y escuchar que hablan de literatura, política, religión o futbol. La tarde está instalada aquí como decir otoño. Cuando me vaya lamento el rosal solo, la silla vacía, el néctar de la flor en el abandono. Los subrayados del libro cuentan una historia. Un mar de cofesiones para salir al paso. No te detengas, dice la canción de bienvenida. Entre los siempre ires y venires, cuando me vaya quedarán atrás las cuatro estaciones, los doce meses, el pago de los intereses, la nota a medio escribir, el sillón de cuero. Cuando me vaya llorarán los que menos lo merecen. Y morderán los labios quienes pareceres esperaban en ruta al beso o al verso. Una cruz de olvido y memoria. Un citado puño de tierra como mayor riqueza. El vacío. La nada. El cosmos a la vista sin catalejos, o tan cerca para el toque con las manos. Tenemos memoria. Apretad el paso. Hemos llegado al pie del inicio. Cuando escriba me vaya, es que ya me habré ido. Solamente eso.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam