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Mostrando entradas de febrero, 2020

Jacinto Villela García, in memoriam

Un sábado me avisaron de la muerte de Jacinto Villela, a quien de estudiante en la Normal, le decíamos El Gordo, no tanto porque lo fuera, sino para diferenciarlo de su hermano, Trini, ambos originarios de Río Bravo, municipio que está a 70 kilómetros deMatamoros y a 23 de Reynosa, Tamaulipas. Ambos rentaban una casita, por no decir cuarto, cerca de la escuela, que fue nuestro centro de convivencia, tanto en lo de tareas escolares, como en la de reunirnos para platicar y muy ocasionalmente para echarnos la copa. Estaba a mi paso entre mi casa en la Treviño Zapata a la escuela. Así que yo fui uno de los frecuentes. Lo mismo José Guadalupe Paz, que vivía en la 20 de noviembre, que yo conocía como La milagro, y Sergio Torres García, que era de Reynosa. Formamos el grupo "C", de la Escuela Normal. Y era un grupo muy nutrido, de tal manera que los maestros no podían caminar entre los pupitres. Éramos como 65. No recuerdo, aunque lo más probable es que sí, que los equipos de tr

Sigue el frío

Hoy viernes sigue en Tabasco el frío. Amaneció con 18 grados y lluvia. Ha salido todo el stock de ropa de invierno. Desde los suéteres sencillos, hasta las chamarras gruesas, pasando por camisas de manga larga, abrigos y bufanda. Hasta ahora no he visto personas con guantes. pero si esto sigue, hasta se verán las calles vacías, lo mismo que los comercios. Y es que se vino el frío con lluvia y viento del norte. Árboles y anuncios publicitarios derribados. Y también un techo de cancha mal construida.  Ayer acompañé a un amigo a comprar plantas de flores, yo compré un bello pino. El caso es que me invitó un chocolate de oxxo, y de allí me invitó a desayunar algo típico que se llama butifarra, además patas de puerco en escabeche. Muy sabroso todo. La butifarra es un embutido de unos cinco centímetros, con condimento, orgullo culinario de Jalpa de Méndez, municipio que está a 30 minutos de Villahermosa (y que es donde empecé hace 40 años como maestro de primaria). Entramos al restaurant &qu

Llegará el día

Llegara el día en el que no despierte. El día en que lleguen los pésames a casa. Que tarde, espero. Mientras tanto llegará el día en que despierte y no busque como zombie el teléfono. Para buscar la noticia, el mensaje esperado, el me gusta. Y siga la vida otra vía. Menos densa, menos tensa, más clara. Y entre dicha claridad por mis ojos y ventana. Yo reniego del mendaz, del indiferente, del anodino. Los comprendo, pero no los justifico. Reniego de lo gris, de lo turbio, de lo traicionero. Por eso me gustan los días de lluvia con viento. Porque sabe bien el movimiento. Sea la paz bienvenida y la risa. Si mi madre me visita y mi padre me espera al final del túnel y en el espejo.

Qué frío, el de hoy

Que frío el de hoy. Mucho frío acá en Tabasco. Estamos tiembla y tiembla los que salimos desde temprano. Digo, salimos al patio de la casa. Ah, porque hoy es festivo en esta entidad. Es fiesta histórica local. Pero hablamos del frío. Estamos en los 18 grados centígrados. Y todos aprovechamos para sacar nuestra ropa de invierno. Si no cuándo. Se antoja café y pan. Chocolate o té. Para sentir la sensación de lo tibio. Hoy es jueves 27 de febrero. Y es festivo en Tabasco, por la expulsión de los franceses en 1864. Pero ese es otro tema. De niño y joven mi invierno fue en la frontera norte, específicamente en Matamoros querido. Y allá sí. Cada invierno el frío normal rondando los 3 o 4 grados. Y sin más ni más al cero grados, punto de congelación. Y viento del norte. Y peor cuando se acompañaba con lluvia. pero no esa lluvia torrencial del trópico. No. Sino una llovizna que acá en Tabasco se llama chipi chipi. En la niñez no salíamos a la intemperie. Y dentro de casa nos pasábamos el ma

Despierto

Despierto. Y entre las sombras del sueño, no me reconozco. Sí, tengo nombre y apellidos. Algo común a todos. Pero más allá de eso, apenas somos una aguja entre el pajar del universo. Entre todos somos artífices del llanto y la memoria. De la culpa y la boba dulzura. Esta casa, por ejemplo, no es mi casa. Esta ropa no es la mía. Esta ciudad no lo es. Busco culpables de la negación que repite pesadillas. Pero yo no tengo casa. Ni nombre. Solo sueños de vida. Ilusiones de vida. Así, mientras todos se van. Yo me entretengo entre cuentos infantiles ymelodías cacofónicas. Saber no es asunto de la filosofía con las clásicas preguntas. Más bien es una manera de unirme a los que nada saben que este giro diario es repetible y absurdo. Por eso me entretengo con respuestas sin preguntas. Canto al telar y a la guitarra. A la aguja y a la sangre. Soplo la vela por cumpleaños. Doy vueltas a la noria. Despierto. Y entre las sombras de la noche saludo a mi sombra, a mi lápiz y a mi libro. Mientras t

Me falta tiempo

Me falta tiempo para acometer contra el mal, navegar con bien. Y recorrer calles sin rumbo pero con ritmo. Tiempo para sacar brillo a mi guitarra. Para elevar el cometa de los sueños. Besar la nube. Dónde dime se consigue tiempo. Para cabalgar con mayor precisión las palabras.  Jugar a lucha con la muerte. Escribir a Dios una carta.Y explicarle mis dudas sobre  su existencia y la mía.

Concursos

Hace rato Facebook me trajo un recuerdo. Es un video de un concurso de salta cuerda en el municipio de Ocampo, Tamaulipas. Y veo allí, parte de mis recuerdos, de cuando en las escuelas primarias había concursos de rondas, coros y, precisamente, salto de cuerda. El video en mención es de parejas. Belleza la coreografía, pero sobre todo ese espíritu y alegre que mustran ellas, que transmiten vitalidad y arte. Podemos estar a favor o no de los concursos estudiantiles. Pero se reconoce el trabajo en conjunto de directivos, maestros y padres de familia en la formación de los escolapios. Ahora en mi etapa de jubilado (que por cierto aún no termino el trámite), recibo invitaciones de amigos para ser jurado en concursos de oratoria o declamación. Y acepto con gusto. Lo hago porque es parte de mi formación como estudiante y maestro de básica, el elaborar convocatorias, y procurar que haya claridad en las reglas. Pero destacando que los concursos empiezan dentro del grupo. Para que todos los a

No puedes detener el tiempo

No. No puedes detener el tiempo. Ni correr la cinta de tu película atrás, para borrar o corregir el hecho que te afecta. Mas lo bailado y lo birlado, quién lo quita. La flecha lanzada no regresa a su sitio. El agua del río no remonta. Lo ganado o perdido fue parte del juego. No puedes detener el tiempo. El pasado por más reciente que sea ya está lejos. El futuro es un galimatías en el que acomodamos anhelos. Y no sabemos si estaremos allí. Por eso el presente es la oportunidad de vida. Sin quejas es mejor. Sin envidias es mejor. Sin dañar a otros es mejor. El presente es la variante del destino. En el que puedes poner a prueba el corazón. Exponer la razón. Y salir airoso de las derrotas. El presente es una moneda de dos caras, que lanzas al aire en la mañana, sin saber, al caer, lo que sucederá a la vuelta de la esquina. No. No puedes detener el tiempo. Pero haz el intento. La muerte viene tocando las puertas. Si le abres y le guiñas, se va de largo, agradecida y coqueta.

Judy

Vi la película Judi, que, interpretada por Renee Zelweger ganó el premio Óscar a la mejor actriz. Y refiere  a la vida de la cantante y bailarina Judy Garland, que hizo época en el espectáculo de  Estados Unidos, con trascendencia internacional. La línea de la película transcurre en dos momentos de Jude. Cuando es una chicuela de 14 años. Y en la de su etapa final, su derrumbe, en la que poco duerme, ingiere licor y pastillas.

Ángeles de la cultura

Los ángeles de la cultura son incansables. Siempre sonrientes, están aquí, allá y en todas partes; los encuentras cuando menos te lo esperas. Y te saludan con una gran alegría, como si te conocieran de años. Son los que se dedican a promover actividades culturales. Lo hacen con apoyo oficial y sin él, se autollaman independientes, y lo son. Miras sus avisos e invitaciones por todas partes. Para asistir a una lectura de obra, a un concierto, a una exposición, a una obra de teatro. Son adictos a la lectura. Y saben de casi todos los temas. Algunos son muy jóvenes, otros no tanto. Los distingue su dinamismo y sonrisa. Saben ser amigos. Y esto implica lealtad y respeto. Pero también alegría. Algunos trabajan para instancias culturales. Sean federales, estatales o municipales. Y también los encuentras como docentes en las escuelas. No muchos, pero los hay. Cuando estos promotores de la cultura llegan a una escuela, rápidamente se dan cuenta si hay o no sus iguales, cómplices. Ellos asimismo

Prehomínido y ácido

¿Cómo relacionar al prehomínido con el ácido sulfúrico? Solo buscando, para calificar un hecho, el nivel más bajo de lo humano, el antes, el mucho antes. Se me ocurre lo anterior ahora que leo la entrevista escrita y video que le hace la periodista Blanche Petrich a la saxofonista María Elena Ríos Ortiz, quien fue quemada por ácido el 9 de septiembre del año pasado por dos testaferros que cobraron en efectivo por hacer dicho daño. Y que ya detenidos ellos, señalan como el autor prehomínido al ex diputado priista y empresario gasolinero a Juan Antonio Vera. Dice ella que ese día 9 de septiembre, que era lunes, a las 10 de la mañana, previa cita, recibió a un campesino para hacer un trámite de pasaporte, pequeño negocio casero que ella había creado, para sostenerse. Y que vio que él llevaba una cubetita tapada como de dos litros, y pensó que era como el desayuno que la gente rural lleva a la ciudad para no gastar en alimentos, y él, sin más ni más, le vació el contenido en su rostro y c

No pasa nada si no escribes

No pasa nada si no escribes. No va a pasar nada si te mueres. La tierra sigue girando. Otros siguen escribiendo textos. No te preocupes si ningún tema tiene pies ni cabeza en tu pensamiento. Si no hay un inicio de novela o cuento. Si el verso primero no existe. Si todo está de cabeza. Alguien en la estación de autobuses o tren espera a alguien que tarda en llegar. Que no llega. No pasa nada. No cambia la ruta el caminante. Ni cambian de lugar los puntos cardinales. Un hombre se prepara para salir de su casa en lunes.  Ya es tarde e irá de prisa hacia su trabajo. Los pajaritos cantan. El sol va en ruta lenta hacia lo alto. No hay más. No hay nada más. El truco es escribir o no hacerlo, sin remordimiento. Sin esperar nada a cambio. El mercader saca cuentas. Mientras tanto no pasa nada si no te levantas, si no sueñas, si no vive o mueres. Si tu esfuerzo escatima ansias. Si la adrenalina no cumple su función. Si no aparece. La naturaleza (de allí somos) tiene previsto hasta el último detal

Día de la tricolor bandera

Ya no hay cartas. A excepción de las del comercio. Con los datos de haberes y saldos. Con su inicio de apreciable cliente. Como decir consumidor. Yo fui de esos que escribieron cartas en su juventud y en la edad adulta. Que trataba de ponerle imaginación y creatividad. Escribía a mi novia y  amigas. primero. Luego a mis padres cuando salí de casa por mucho tiempo.Así que me explayaba en descripciones del lugar donde vivía. Entre verdes y llovía por muchos días. Y en la suspensión de clases, tenía tiempo suficiente para pergeñar algunos textos; entre ellos las cartas.  Y lo recuerdo este Día de la bandera, porque recuerdo que en una de ellas, de las cartas, describí el uso que se le daba en la escuela, y del descuido por desconocimiento que a veces se cometía. "El director nunca nos dice nada", fue la respuesta de un chico cuando le dije que la bandera nunca debe ser arrastrada, ni debe quedar toda la noche a la intemperie.

Carta a la carta

Lo que gustes, viejo. Me dijo al acercarse a atenderme. Una carta, por favor, le pedí. Y me dio la carta del restaurant. Y me puse a revisar el tipo de epístolas que servían. Al amor y la amistad. A Dios. Padre o madre. A un extraño indiferente. Y me puse a recordar cartas que he leído. Y las que he escrito. Cuando escribo del tema, recuerdo mucho el libro de William Saroyan, ese armenio californiano.

Carta al que escribía cartas

No. No dejes de hacerlo. Escribe cartas. El mundo las necesita para respirar. Hubo en tiempo que recuerdas. En el que circulaban cartas de ida y vuelta. Con promesas y crónicas familiares de lo diario. Y era la esperanza de que llegaran unas palabras y beso pintado con carmín. Vía normal, en el correo terrestre o aéreo. Y descubriste la tinta perfumada, la transcripción de un poema amoroso, la cita de alguien famoso con tema del corazón. O el dibujo de corazón con flecha. Y las cartas escritas para nadie, o las lanzadas al mar de lo indeterminable. No. No te quejes porque los demás no escriben cartas si tú mismo no lo haces. Si cediste  igual que los otros a la modernidad. Por eso reinicia esa buena tradición. La suma de impulsos humanos. Escribe. Escribe cartas. No porque el pasado haya sido mejor. Sino porque nunca debimos abandonar esa manera de comunicarnos. Cerebro, mano y corazón, dando a conocer a ti, una declaración de cariño, de amistad o amor. Escribe. Por ti. Por mi. Por to

De qué fiesta me he perdido

En todas partes a todos muy felices. De qué fiesta vienen, a cuál van. Con sus mejores sonrisas y atavíos. Con sus mejores gestos. Miro en las redes sociales fotografías. Y todos con una sonrisa de oreja a oreja. Con una mirada al futuro. Y abrazados entre todos. En qué fiesta radican. En cuál fiesta viven. Detengo a uno. A otro. Y les pregunto bobo que a dónde vamos, de dónde venimos. Y antes de preguntar para qué estamos, se burlan de mí. Me miran feo. Y ellos siguen su camino dichosos, felices, extasiados.

Si me miras

La calle es ancha. Y hay muchos callejones. Pueblos. Ciudades. La geografía es tan grande a semejanza de nuestro pensamiento. Por eso, si me miras, será una coincidencia. Y es cierto. Hay libertad en los sueños. En el lanzar el pensamiento lejos de uno, donde hay pistas. Es cierto, hay gato encerrado en los secretos de la casualidad. Y sucede que Dios lanza al aire los dados de nuestro destino. Por cierto, un Dios que no existe, pero hay razonables dudas ante tanto misterio. Puede ser que en una esquina o un supermercado pasamos por el mismo punto, pero en distinto tiempo, sea en la nuestra u otras generaciones. Por eso, si me miras. Somos otros. Y un saludo, un buenos días, un hola. No es señal de nada. Tampoco una sonrisa. O si coincidimos en un café. Por ejemplo: guardo los discos de vinilo. Los libros que subrayé. Las monedas antiguas. El saco oliva y la navaja de papá. La armónica del abuelo. El escapulario de mamá. Y aunque quedan guardados en un viejo ropero de llave grande. Los

De sábado

A veces se siente una pesadez. Y caminamos como barco a la deriva, como tapir correteado, apaleado. Levantamos la cara, hacemos el esfuerzo por caminar erguidos. E iniciamos el día. No hay mucho más. Sábado. Flojera para ir a cansarse a un río o playa. Para hacer una piñata. Sembrar plantas. Flojera para ponerse la máscara de la cortesía, de la diplomacia. ¿Cómo está usted? ¡Buen día! Flojera para levantar la cámara y tomar fotos de la flor, de la nube, del guiño. Sería bueno  descansar de la prisa en otra luna, en otra montaña, en otra rivera. Solo para respirar otro aire. Descansar de uno mismo. No pesan los otros. Es uno mismo que carga pasado, ansía el futuro, y hace a un lado el presente. Este pretexto es una manera de retratar al otro. El que no sabe de la existencia de las brujas ni las brújulas. Del que no sabe el secreto húmedo de la luna. Busco en los títulos de los libros. A ver si uno me atrapa, pescado. A ver si uno anuncia el salto a la felicidad. Y Gregorio Samsa me enfr

Yo

Yo Punto Amo la vida en todas sus manifestaciones y lo inanimado en todas sus versiones Punto Yo Pequeño y grande. Con alevosía y ventaja amo la palabra en todas y cada una de sus versiones, amo la historia y la filosofía, los mitos y las leyendas que iluminan nuestro origen y anticipan el destino Punto Amo el paso del tiempo en la cantina, la cárcel y la cama, en la carne y en el hastío del alma Punto Amo la música que reverbera acompasada y armónica en mi pensamiento, amo todos los rostros, todas las verdades todas las flores Punto Cabalgo el unicornio, la sirena y el tapete de nube, voy y vuelvo a la amistad y el amor, admiro la hoja seca, miro mi destino en el espejo, un vacío, la nada Punto Amo la oscuridad de la caverna Yo, molécula de un viejo mineral, de un cactus milenario, de un animal prehistórico Punto Yo en el desierto y en la selva     en los pasillos de mercado y echando tierra al ataúd en la sepultura/ que soy el otro y los otros/ el humillado, el indiferente, el que se

Fresca la noche

Fresca la noche, café y bossa nova. No pido más. Si el día ya casi se fue. Y hay buenos recuerdos de hoy. La charla con los estudiantes de medicina. Muy callados y atentos. Risas cuando lo de la coca... húmeda. Risas cuando lo de calientes... el café. Cuando lo de carnicero, Monterroso, sí, pero en el departamento de contabilidad. O recordar algún poema de Ernesto Cardenal. Grata la actividad total. Hay días así. Que la camaradería y el amor a las letras hacen lo suyo, lo propio. Y uno se deja llevar. Yo llevé unos poemas de tibia miel. El amor. Cartero. Tomar té. Las Reinas. Sobre todo por el público, de no lectores. El espacio de la biblioteca es muy agradable. Mullidos asientos, como de sala. Confortables. Muchos libros. Caminé por el área de literatura.  ¿Cómo no estar agradecido con la vida? Afortunado en mis sesenta. Por cierto la charla y lectura de obra se transmitió por internet. Algunos comentarios por allí que motivan. Y está disponible para que alguien más la vea. Diría, no

Lectura de obra

A pesar de los años, me pongo nervioso y siento ansiedad cuando me toca leer obra en público. Lo hago con gusto, porque me invitan amigos generosos. Y trato de hacer mi mejor esfuerzo para que el público no salga defraudado. Me ha tocado asistir a lecturas de otros conocidos o desconocidos escritores. A algunos ni se les escucha, o si se les escucha, no se les entiende, a causa de una mala dicción. Y en muchas ocasiones el escritor lleva su obra y se pone a leer sin más, ni más, sin importarle el tipo de público, si son adultos, si son adolescentes. Si estos son lectores o no. Entonces a veces el público se aburre, y le queda mal sabor de oído dichas lecturas públicas. Pero vale decir que tampoco hay mucho público para este tipo de actividad. No es que haya un cartel, lo vean las personas, y griten de alegría y salten, por saber que tendrán oportunidad de escuchar a alguien que escribe. Nada de eso. A veces hay mas personas en el presidium que en el público, o igual o en el público li

Lectura de obra en Medicina

Buenos tardes. Es grato charlar con ustedes, agradeciendo esta oportunidad de hacerlo al grupo cultural Tres Soles, a Mario Avila y Rosy Pérez, y a las autoridades de esta División de Ciencias de la Salud Yo escribo. He dado clases como maestro. Pero es una pasión que tengo el escribir. Como si dijera, pienso, tengo una gran pasión por pensar. Leo también. Como decir, leer y escribir son dos caras de la misma moneda. Y ambas son fundamentales como ejercicios de pensar. Entre varios amigos que tengo, aunque pocos, uno de ellos es doctor, especialista en gerontología, y cada vez que lo saludo, le digo, qué tal, médico de cuerpos y almas. Es decir, tenemos dos entidades que requieren igual atención, tanto preventiva como curativa. Una de las relaciones con la medicina que quiero comentarles, porque tiene que ver con la poesía, es la que tuve hace unos 15 años, cuando tenía problemas fuerte de estrés. A tal grado que a mí se me manifestaba con falta de aire, como que me iba a ahogar, y

Siempre entusiasta

Me gusta platicar con Carlos Guillén, el ingeniero. Siempre muy ameno, siempre propositivo. Uno de sus temas es la naturaleza, y en este, el cambio climático, la sustentabilidad, la contaminación y la depredación de las riquezas naturales, entre otros temas relacionados. Ayer lo volví a ver. Y sentados juntos, en un área grande con sillas negras,  mientras yo espero un documento de trámite, volvimos al asunto. Se deshielan los polos, los ríos se van secando, los manatíes y peces mueren por la inmundicia y metales que llegan a los mantos acuíferos. Está elaborando proyectos. Lo conocí en el IV Comité regional Conalmex Unesco en el 2014. Y siempre platicamos largo y tendido sobre este tema necesario de difundirlo en todos los foros, incluyendo en las escuelas. Y luego en otra área de trabajo coincidimos, la Subse. La pregunta que nos hacemos es ¿cómo hacer llegar esos temas sobre el cambio climático a quienes no están interesados? Todo un reto. Dice que me lee lo que publico aquí en f

Aquella vez

Aquella vez.  La noche. Y en lo alto, la luna. Y la inmediatez del diluvio interno. Las manos se entrelazan. No hay mejor momento del mañana que el hoy. ¿A dónde va el pasado? ¿En dónde se encuentran los sucesos del futuro? Es un misterio. La memoria hace su intento. La imaginación escudriña otra parte. La conclusión valora el presente. Lo que de inmediato desaparece como pasado.
Aún no resuelvo mi trámite de inicio de jubilación con ISSET. Una de las trabas han sido, por días, que el recibo de pagos,  que la Setab manda a nuestro correo, no tiene validez oficial. Agradezco las atenciones de la Dirección de Asuntos jurídicos  y antes de Recursos humanos, de la Setab. La parte de SeTab, ya la resolví, previo pago de 174 pesos por certificación de la impresion de mi recibo que hice en mi casa, y a colores, del recibo. No sé que hacen el Sitet, Sitem, Snte, Smte y Gnte, nuestros sindicatos, sobre el tema. Seria bueno saberlo.

Me acompaña a donde sea

Alguna vez, en la infancia, alguien dejó encargada una guitarra en la casa (quizá empeñada), y mi padre, con parsimonia, la colgó en la pared. Como si fuera un bicho raro, yo quedé absorto ante ella, sus curvas, las cuerdas, y siempre estuve tentado a tocarla. Lo cual de inmediato hice, y mi padre, de inmediato, también, me dió un manotazo suave, de eso no se toca. Luego la volví a encontrar en la secundaria. El maestro de música de la secundaria tocaba el acordeón, recuerdo bien, melodías mexicanas y francesas, y, como la escuela tenía diversos instrumentos, nos invitó a practicar un instrumento, yo quería guitarra, pero me asignaron mandolina. Sin embargo fuera de los ensayos, yo buscaba guitarra y empecé a aprender los primeros acordes. Con la mandolina me integré a la estudiantina. Pero la guitarra me rondó y la pretendí siempre. En una tienda de Brownsville, creo se llamaba Whitman, en la que vendían navajas y rifles, también vendían instrumentos musicales, separé con un enganc

Las hojas muertas

Las hojas muertas, señal que hubo fragor de batalla. La nostalgia con sangre circulante. Onomatopeya del gozo sublime. Hojas que renuevan el humus de la tierra. Para nuevas hojas, y frutos. Hay una canción que se repite en vinilo del viejo pasa discos.. Solo para mover recuerdos. De lo que fue. De lo que será. Recuerda en el otoño el discurso por las flores. Y el cuaderno cubierto de palabras. Como alfombra que nos cubre. Por siempre. A pesar del destino. De las falsas monedas lanzadas al aire. Del discurso por la cueva o cruz. Mañana también es alegoría de lo posible. Más allá del tiempo. Del puente. De las hojas.

La carta

La carta dirigida a la Dra. Egla Cornelio, Secretaria de Educación, publicada hoy en la mañana en las redes, fue escrita con el fin de alertarla, que quienes quedaron como responsables de aterrizar la estrategia de enviar los recibos de pago a los correos de los trabajadores de la educación, no cumplieron su función. Solo eso.  Y la hice en favor tanto de la institución en su conjunto como de los trabajadores que la integran, para que no pasen lo que yo pasé, por tres días como pelota de un lado a otro, y hasta con risas de burla de algunos trabajadores. Y cinco horas a la espera sin que se resolviera nada. Los sabotajes para que quede mal un titular de dependencia a veces se hacen por omisión, por intención, por negligencia, o por incompetencia. Lo mío ya se resolvió. Y agradezco la atención del área de Recursos Humanos; hubo un trabajador que se apersonó para resolver. No sé su nombre, si no, hiciera público el reconocimiento. Yo espero que el tema de los recibos de pago se resuelva
Coincido con el Presidente AMLO que estamos viviendo las consecuencias de 30 años de neoliberalismo salvaje y rapaz, actualizacion del capitalismo salvaje: una descomposición a más no poder, que se refleja en todos los ámbitos: gobierno, ciudadanía, clero religioso, bancos, industria de la construcción, educación, medios masivos, etcétera. Y que se tienen que sentar las bases de una nueva convivencia social, a partir de los valores. Mas como esos son objetivos a largo plazo, que inclusive trascienden gobiernos sexenales, se deben implementar medidas urgentes. Es difícil decir algo nuevo o confortante en el caso del reciente asesinato de la niña Fátima. Difícil decir palabras que vayan más allá de la indignación real y de que se va hacer justicia. Difícil decir pongámonos en el lugar de sus familiares víctimas. ¿Y si fuera nuestra hija o hijo la víctima? ¿o el agresor? Muy difícil decir que para empezar a salir de esta situación se ha de llegar al fondo del pozo, en la inmundicia, en

Carta a Egla

Carta pública Villahermosa, Tabasco; a 18 de febrero de 2020 C. Egla Cornelio Landero: Secretaria de Educación en el Estado de Tabasco Me dirijo a usted para hacerle saber que el ISSET no está recibiendo la impresión simple del recibo de pagos que ustedes nos envían a nuestro correo a partir de la segunda quincena de enero del presente año, y traen al interesado dando vueltas de un lado a otro, a causa de no comunicar oficialmente a las dependencias de dicho proceso. Los responsables de realizar esta loable encomienda, en SETAB, no la han sabido implementar de manera seria y oficial hasta el día de hoy. Vea usted: los recibos enviados al correo personal aparecen, en la impresión que uno mismo hace, como si fuera copia de un original que no se tiene, aunque la imprimamos a colores. Tampoco tiene las claves o firmas digitales de la dependencia ni el código QR, como sí lo tienen los recibos que emite y manda a los correos de los trabajadores el Colegio de Bachil

Conocí a Alejandro Aura

Escuché a Alejandro Aura una tarde que llegó a leer sus poemas a la galería El Jaguar Despertado, de Villahermosa. No recuerdo el año. Lo que sí recuerdo era su voz, muy expresiva, y sus manos que se movían como mariposas. Me quedó esa imagen de él, de una vitalidad a toda prueba, de su sonrisa al hablar, y el fluir de anécdotas. Luego al paso de los años encontré uno de sus libros en una librería de viejo. Y volví a encontrarme con sus poemas. Y al leerlos sentía que él los estaba leyendo. Luego vino el día de su muerte. Me enteré antes que estaba internado, y que su estancia era terminal. Entonces él, en esa circunstancia abrió un blog en internet, como un cuaderno digital, y cada día iba registrando su percepción de los últimos momentos. Finalmente le llegó su último día, llegó a la última estación y nos dejó un bello poema que precisamente se llama despedida. Y que para valorar cada día, lo leo cada vez que tengo oportunidad. Este es: DESPEDIDA  Así pues, hay que en algún moment

Lunes

Lunes. Todo por enfocar y reenfocar de nuevo todo. Como si el ayer estuviera en un presente que no se va. O si ya no estuviera en el pasado y estuviera en el futuro. De nuevo por vivir. Pero sin saber qué, sin la conciencia de que es pasado. Y repetir todo, los perros, los amigos, los amores. Arqueología del presente, pero a condición de ser futuro. El ayer es tan reciente y lejano. El hace meses o años es tan reciente o tan lejano. Depende de pendencias o pendientes. Los lunes tramas nuevo tráfico de palabras. Tomas una y la desnudas, la pones de cabeza. Le esculcas los bolsillos. Para ver si trae mensaje oculto o en lo evidente esconde en clave el mensaje como referencia, como coincidencia. Este lunes amanece y miras todo como si lo vieras por primera vez. Como si no conocieras agua, miradas, colores. Y nombraras de nuevo todo.  Como si no supieras de abrazos, besos, cartas. Respirar profundo y suspirar por lo que viene. Y todo empieza de nuevo cada día. La vida misma se muestra como

Amanece lunes

Amanece lunes. Y cruzo, ensimismado, el vacío del día, con la sorpresa de conocer un nuevo planeta.

Ella se llamaba Martha

Napoleón es un cantautor del que me gusta su trabajo. Sus varias canciones y la tranquilidad que transmite. Ella se llamaba Martha, es una canción de élque me recuerda a una novia que tuve. Ojalá no me lea. Si me lee, fue una breve y muy agradable relación. Breve, como estrella fugaz. Alta, linda, estrella del equipo de básquetbol de la escuela Normal. 16 ella. Yo 17. Y nos conocimos precisamente en la cancha de básquet. En las tardes de cada día. Y en el sabado en la mañana. A la salida la acompañé a su casa. Caminamos por toda la calle sexta. Y yo sentía algo fuerte en mi al verla. Y al platicar. Fuimos a la nevería. Por ser invierno, vendían café, hamburguesas y tacos. Fuimos ella y yo. Que lindo el estar tomados de la mano, bajo la mesa. Mirábamos el futuro. Nuestras manos unidas nos quitaban el frío. Fuimos novios tres meses. Inolvidable ella. No sé si ella me recuerde. Y por qué habría de hacerlo. Se llamaba Martha. Se llama.

El invierno no recorre el trópico

Decir invierno, es decir infierno de temperatura a la baja. En el centro del país, en la frontera norte, los inviernos son verdaderos con temperaturas mínimo de 10 grados centígrados y menos. Hasta llegar y rebasar los 0 grados centígrados, punto de congelación del agua. De niños en invierno salíamos en Matamoros, en la colonia Treviño Zapata, a recorrer calles y callejones, mal abrigados nosotros, y a veces descalzos, y nuestros pies se ponían entre rojo y morado. El agua estaba muy fría. Y a veces hasta congelada. Nosotros en el juego aguantábamos todo eso. Cuando ocasionalmente en febrero y más en marzo salía tímidamente el sol, buscábamos su abrazo en una pared que nos cubriera del viento helado del norte. Me tocó en el 81 u 82 una de las heladas más temibles. Llegó la temperatura a menos 8 grados. En ese tiempo no se hablaba de sensación térmica, pero de seguro era de menos 20. El caso es que no salíamos. Y teníamos sobrepuestas dos o tres chamarras, boina y guantes, dentro de l

Yo conocí a una gringa

Hay una canción de los 70s que dice: Yo conocí a una gringa. Era linda, de verdad. Si. Yo tenía 14 años y conocí a una norteamericana de Baton Rouge, Lousiana. Ella tendría quizá 15 o 16. Por eso es importante el Inglés en secundaria. Era alta, bella y alegre. Su cabello rubio natural refulgía con los rayos de sol de la tarde. Fue en la terraza Marys, de los Charles. Había campaña evangelista. Era verano en un exacto agosto. Yo en vacaciones ayudaba a mi padre a cortar pasto en la.colonia Jardin. Y por las tardes regresaba a casa. Y traía quizá una herramienta o dos. Las pasaba a dejar a mi casa. Y bien bañado salía de nuevo, ahora a vagar en la Colonia con los amigos. Al pasar por la terraza Marys vimos mucha gente. Y dos camiones estacionados. Vi el letrero de los camiones, y me dije: campaña religiosa. Pero era emocionante ver muchachas de mi edad. Así que me acerqué. Y empecé a practicar mi inglés de principiante. De donde vienen. Que hacen Como te llamas. De Baton Rouge. Working

Cerca de la muerte (2)

Escribo sobre este tema, por lo efímero de la vida. Y que en cualquier momento nos vamos. Estuve en Merida en el 2005. Asuntos de trabajo. La mañana antes de mi regreso, desayuné a los bestia. Todo lo sabroso y grasa de la sabrosa comida yucateca. En el viaje dormí como bendito. Y luego de unas tres horas, llegué a casa. Tenía algo de sueño, y en la sala me quedé dormido. De pronto desperté y me di cuenta que no estaba respirando. Y me di cuenta con rapidez que tenía aproximadamente 1 minuto para reactivar la función de los pulmones. Para eso ya había gritos de angustia en casa. Así que me puse a golpear mi pecho y espalda. Y poco a poco empecé a respirar.En otra ocasión, hace unos 4 años, como todos los días, me preparé mi licuado mañanero, una mezcla de leche, una fruta y granola. Esta al final se queda una parte en el fondo. Un servidor lo toma directo del vaso de la licuadora. Lo cual lo hago en varios tragos, y sin respirar. A manera de juego. Y ya habiendo tomado todo lo líquid

De los libros

Sin duda alguna, la Biblia es una referencia cuando de este tema se trata. Leído y comprendido por muchos; leído y no comprendido por otros; e ignorado por pocos, ha sido traducido a prácticamente todos los idiomas. Puede considerarse antes que nada, como un libro sagrado, pero también es un un compendio de historia y literatura. Yo me he asomado con respeto a él, en varias de sus partes. Ahora que escribo de memoria, recuerdo el Génesis y el Apocalipsis; así como los testimonios los apóstoles; y puedo decir que me gusta la parte de El cantar de los cantares, atribuido al Rey Salomón. Y que por cierto no encaja en lo general en los temas bíblicos. Aquí algunos datos tomados de internet: En total se numeran en el Antiguo Testamento 39 libros en la versión protestante, 46 libros en la versión de la Iglesia católica y 51 libros en la de la Iglesia ortodoxa. En cambio el Nuevo Testamento comprende un total de 27 libros, los cuales fueron escritos posteriormente a la muerte d

Amores y amistad

Apuntes del día. En lo humano, son la amistad y el amor los motores que mueven al mundo. El odio también, pero eso es harina de otro costal. Dicen que los amigos se cuentan con los dedos de las manos, y nos sobran. Y dicen también que en la cárcel y en la cama de hospital se reconocen a los amigos. Por eso queda la idea de alguna manera cierta que amigos son pocos. Mas con ellos me basta. En una ocasión una compañera de trabajo en el periódico La verdad del Sureste, me dijo: yo no creo en la amistad. Le respondí que yo sí. Aún que tuviera uno solo. Creo en la amistad. Y si ese amigo dejara de serlo, por alguna razón, seguiría confiando en la amistad, con la esperanza de volver a tener uno. Un gran maestro, al que admiro RL me dijo: crees tener muchos amigos, pero en esa responsabilidad que asumes te vas a dar cuenta que tienes pocos. Te van a dejar de hablar quienes quieran que les hagas un favor, y no puedas, y no te van a creer. Y ya no te van a querer. Riesgoso sería escribir nomb

La Educación física en la enseñanza de básica

Teníamos dos maestros de educación física en la secundaria. Los dos fuertes y ágiles. Allí aprendí a respirar mejor. Y ejercicios de calentamiento. Además lo básico de atletismo, basquetbol y voleibol. Luego cuando entré a la Normal, nos enseñaron a enseñar educación física en la escuela primaria. Pero en esta escuela formadora de docentes había excelentes jugadores de todos los deportes. Así que cuando había los torneos internos, en los que cada grupo presentaba equipos, siempre había muy destacados elementos. En mi grupo había varios compañeros que posteriormente integraron la selección de futbol. No olvide ninguno, Javier Galván, Gerardo Guzmán, Rafa Muñoz, Jaime y otros. En basquetbol y atletismo, Mario Martínez Palacios, Cristóbal Maldonado en voleibol y beisbol. Y cuando se formaban las selecciones porque había juegos internormales estatales, mis compañeros, así como de los otros grupos, recibían sus elegantes uniformes, integrado por el pants, chamarra, short, playera y calceta