Qué frío, el de hoy

Que frío el de hoy. Mucho frío acá en Tabasco. Estamos tiembla y tiembla los que salimos desde temprano. Digo, salimos al patio de la casa. Ah, porque hoy es festivo en esta entidad. Es fiesta histórica local. Pero hablamos del frío. Estamos en los 18 grados centígrados. Y todos aprovechamos para sacar nuestra ropa de invierno. Si no cuándo. Se antoja café y pan. Chocolate o té. Para sentir la sensación de lo tibio.
Hoy es jueves 27 de febrero. Y es festivo en Tabasco, por la expulsión de los franceses en 1864. Pero ese es otro tema.
De niño y joven mi invierno fue en la frontera norte, específicamente en Matamoros querido. Y allá sí. Cada invierno el frío normal rondando los 3 o 4 grados. Y sin más ni más al cero grados, punto de congelación. Y viento del norte. Y peor cuando se acompañaba con lluvia. pero no esa lluvia torrencial del trópico. No. Sino una llovizna que acá en Tabasco se llama chipi chipi.
En la niñez no salíamos a la intemperie. Y dentro de casa nos pasábamos el mayor tiempo posible alrededor de un brasero, calentando nuestras manos, a risa y risa, y platicando un montón de anécdotas. Yo recuerdo que platicaba lo que iba aprendiendo en la escuela. Por la noche eran pláticas de espantos y los niños no queríamos irnos a dormir. Ya de joven teníamos nuestra primera o segunda novia con quien nos entibiábamos todo el cuerpo tan solo tomados de las manos.
Hubo fríos muy crueles. En 1982  la temperatura llegó a los 8 grados centígrados ¡bajo cero! Era un frío glacial. Nos asomábamos por la ventana y veíamos las hojas de los árboles cristalizadas y, entrechocando con el viento, hacían ruido seco, sonoro, como de cristales gruesos chocando.  Dias después se quemó casi toda la vegetación, como si hubiera sido consecuencia de incendio. En Matamoros, quizá por la cercanía con el mar, se sobrelleva el crudo invierno. Es parte de nuestra identidad climática.
Pero inolvidable el 2004 en la frontera norte. La madrugada del 25 de diciembre nevó. Para mí era increíble. Una de mis hijas me dice: "papá, está nevando, es nieve". Y yo: "estás loca, en Matamoros no sucede eso. Nunca ha sucedido y nunca va a suceder". Y a dormir. Ya en la mañana nos levantó la algarabía de los vecinos que andaban jugando aventándose nieve sin sabor. O haciendo muñecos blancos. Me cuentan que el 8 de diciembre de 2017 se repitió la historia.
Acá en tabasco praticamente no hay inviernos. Como si fuera una sola estación. O dos. Primavera y otoño. En esta, la caída de las hojas y lluvia por varios días. Y sí, el cambio climático lo hemos notado. Antes había lluvias que duraban 30 días día y noche. Eso allá por 1980. Y el frío, que siempre ha andado en los 20 gados, a veces ha bajado hasta los 15 sobre cero.
Si, se antoja café con pan. Y otros ritos, como cocinar, para que el calorcito y el olor de la comida, o del pan en el horno, invada el ambiente.
Los crudos inviernos son nada, si hay cariño y estimación. A reír profusamente, que el frío no se siente con el alma alegre.

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