¿Para qué sirve la filosofía?

¿Para qué sirve la filosofía? Sosa y pueril, la pregunta. Lo mismo que cuando preguntan, para qué sirve la poesía. Para nada y todo. La vaca no necesita filosofía ni poesía. Los gatos ni perros las necesitan. Tampoco las hormigas ni las termitas. Ni los elefantes. Si vas al mercado, o al hipermercado, vas desnudo de filosofía y poesía. No las necesitas en el intercambio de mercancías. Entonces para qué sirven.  Las jirafas, quizá sí, por su estatura. O el puerco espín, quizá también, por sus espinas. Si preguntas, no responde Dios. Ni un esclavo antiguo de Atenas. O uno moderno en las factorías. Si le haces esa pregunta al loro, al merolico o al soldado, tampoco responden. El sultán tendrá una respuesta. Y otra el banquero. Al poeta no le pregunten, porque se enreda. Los maestros de filosofía tienen respuestas del diccionario o del manual de uso. Realmente, ¿para qué sirven? Si la vida es efímera. Si se discute aún sobre el primer hombre, o sobre los primeros. Si las máquinas simples no son tan simples. Si se sigue con la historia de la religión. Si el soldado mata o muere. Si se sigue alternando la imagen en el espejo. Y al día le sucede la noche, y a esta el día. Despiertas. Te espera un horario, las dudas y la prisa. Sientes que te ahogas por las tardes o madrugadas. Sientes lo grave de lo vacío. Miras una daga y admiras una bala, como salvación. Tratas de huir de ti mismo. De todos.  Para los primeros auxilios, de lo humano. La filosofía y la poesía solo sirven para eso.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam