La Educación física en la enseñanza de básica

Teníamos dos maestros de educación física en la secundaria. Los dos fuertes y ágiles. Allí aprendí a respirar mejor. Y ejercicios de calentamiento. Además lo básico de atletismo, basquetbol y voleibol.
Luego cuando entré a la Normal, nos enseñaron a enseñar educación física en la escuela primaria. Pero en esta escuela formadora de docentes había excelentes jugadores de todos los deportes. Así que cuando había los torneos internos, en los que cada grupo presentaba equipos, siempre había muy destacados elementos. En mi grupo había varios compañeros que posteriormente integraron la selección de futbol. No olvide ninguno, Javier Galván, Gerardo Guzmán, Rafa Muñoz, Jaime y otros. En basquetbol y atletismo, Mario Martínez Palacios, Cristóbal Maldonado en voleibol y beisbol. Y cuando se formaban las selecciones porque había juegos internormales estatales, mis compañeros, así como de los otros grupos, recibían sus elegantes uniformes, integrado por el pants, chamarra, short, playera y calcetas. Yo quería quedar en basquetbol, pero había muy buenos jugadores que participaban ya hasta en centroamericanos.
A mi me daba envidia sana. Y me preguntaba la razón porque yo no formaba parte de alguna de esas selecciones.  Y me preguntaba luego ¿Y de qué?
Cavilaba sobre eso, mientras estaba en la rondalla y en el periódico de la escuela. Y andaba con mi novia primera. Caminaba rumbo a mi casa con algunos compañeros, entre ellos con Mario Martínez, estrella en atletismo, voleibol y basquetbol. Cuatro o cinco medallas en atletismo, en salto de longitud, salto alto, y relevos en 100 y 200.
Y le pregunto a él, y me dice: en atletismo. Pasa por mi casa a las 5 de la mañana. Y a esa hora empecé a pasar, y nos íbamos al estadio y por allí, que había un parque recreativo, inicié mis actividades deportivas con formalidad.
Yo había aprendido andar desde la secundaria, en la alberca municipal. La entrada me la pagaba Chuy Rojas, cuya familia eran dueños de una tortillería.
En mi tercer año de Normal me preparé y participé en 800 metros planos, y quedé en tercer lugar. Los primeros cuatro quedaban en la preselección. Y tres meses después se hacía el torneo para seleccionar dos de cada prueba. Y quedé en la selección, en primer lugar tanto en 800 y 1500 metros planos.
A los pocos días nos hicieron entrega del uniforme como seleccionados para asistir a los juegos internormales a celebrarse en Ciudad Madero, que está pegada a Tampico.
Recibido el uniforme, azul marino con franja blanca a los lados, que por cierto aún conservo, entré a mi grupo orgulloso, y mis compañeros me vieron y ellos no sabían que yo entrenaba, ni yo les decía. ¿Y tú en qué? En atletismo, les respondía yo ufano. Y no lo creían y le preguntaban a Mario.
El caso es que aprendimos a hacer el disco, la bala y la jabalina con material casero. Y por supuesto, las reglas básicas de los deportes con los que económicamente se puede trabajar hasta en las escuelas de las comunidades más pobres.
En una de las escuelas donde trabajé, una maestra le dice a un alto maestro y muy fornido deportista al verme trabajar Educación Física con mis alumnos: "así deberías trabajar con tu grupo". Y este le responde: "ajá, ya me voy a matar; ni loco, y menos con este calor".

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