Charla de café

Ayer escribía sobre lo qué es lo que le ha pasado a Tabasco. Y hoy reflexiono sobre lo que nos ha pasado a nosotros. Todo en función de lo que se ve a diario, lo que se escucha, lo que se sabe. En una total pérdida de valores. En una total decadencia. Expongo hechos. No tengo explicaciones. Y las interpretaciones muchas de ellas son empíricas. De lo que nos va enseñando la experiencia de la vida, nuestra mejor escuela. Como si lo fuera platicando en una mesa de café contigo, hipotético lector, lectora.
Uno de los ejemplos últimos conocidos es el evento Semper Altius 2020, que se organizó en nuestra Alma mater, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. A mí se me hizo extraño ver en el mapa cartel informativo, que señalaba entre todos los lugares, a tres como capilla de adoración, lugar de los profetas y confesionario. Ni más ni menos. Y circuló una foto de misa. Que nadie ha dicho que es apócrifa. 
A lo que voy. Yo no estoy de acuerdo que se realicen este tipo de actos que contengan actos religiosos. Punto. Y tengo excelentes amigos que sí estuvieron de acuerdo. Punto. Y para dirimir este tipo de situaciones está lo que dice la Ley. Para eso existe el cuerpo jurídico y las instituciones judiciales.
¿Que se rentaron las instalaciones? No lo sé. ¿Que hubo derrama económica? Eso sí lo creo. ¿Que ese evento es de los Legionarios de Cristo? Sé de sus colegios y sé del Padre Maciel.
Pero cambio de tema porque bien me decía mi padre que fue analfabeta: no discutas nunca de religión ni de política. Por eso este espacio no se dedica a eso.
Solo mi lógica me indica que ante dos tipos de situaciones habrá mínimo dos tipos de posiciones. Como si todo fuera en blanco y negro. ¿Sobre Porfirio Díaz? Los que argumentan que desarrolló el país. Los que argumentan que quizá, pero fue a base de la explotación irracional de campesinos, mineros y obreros.
Hemos escuchado sobre la gestión de Donald Trump. Le escuchamos desde su campaña electoral. Y hace días que fue sometido a juicio político, hubo alegatos a favor y en contra. Y la mayoría republicana en el senado de ese poderoso país, nuestro vecino, votó a su favor. Y seguirá con su arrogancia y su política de discriminación y sometimiento. Y va a buscar su reelección.
Y ya por último, el debate sobre la no venta del avión presidencial, que será entrega de 100 premios de veinte millones de pesos. Buena cantidad para el sueño de los que compran billetes de lotería, como bien lo dice Chava Flores en "A qué le tiras cuando sueñas, mexicano; a hacerte rico en loterías con un millón". Pero acá es otra cosa. Es refrendarle el apoyo al presidente con una cooperacha de 500 pesos. Yo ya tengo la cantidad disponible para un cachito.
Me gusta más hablar sobre educación, cultura, recuerdos y sueños.
¿Qué le ha pasado a los tabasqueños y mexicanos?
Que durante más de 70 años nos gobernaron grupos de politicastros que se aprovecharon de la buena fé de los mexicanos. Edificios con pocos cimientos. Carreteras con capas delgadas de concreto. Con expresiones de La corrupción somos todos. Con valemadrismo. Sin ética. Sin filosofía de vida. Con una imposición ideológica y emocional de estilos de vida ajenos a nuestra idiosincracia. Imperativo de lo económico sobre la moral. Imperativo del afán de lucro y ganancia, por sobre el bien de todos. 
Y en estos temas nadie canta mal las rancheras.
Todos se justifican. Roban campanas de iglesia. Equipos de escuela. ¿Un maestro me dijo una vez de cuántos pupitres nos tocan para casa? Me hice como que no lo escuché. El cobre de las tuberías. Las tapas de hierro de los drenajes. Y claro que todo eso es poco en comparación a los millones de constructores en contubernio con magistrados y gobernantes de los tres órdenes de gobierno. 
Sí, todo eso lo sabemos. Pero cuando nos toca pagar cuota en el desorden social, es cuando preguntamos ¿Por qué? Por esa indiferencia que raya en lo criminal.  Por eso el siguiente tema será "ciudadanía". Esa palabra que pronunciamos mucho, y que viene desde los lejanos griegos.
Es común que le echemos la culpa a los demás. Y es rara la autocrítica. Todos los beneficiados por los antiguos regímenes estarán en la nueva forma de hacer política de AMLO. Reconocemos y criticamos que no todos sus funcionarios tienen la misma o cercana convicción.
El elefante del país, como figura retórica utilizada, estaba echado, semi muerto. Y para levantarlo y que camine no basta el esfuerzo de un solo hombre.
AMLO llegó al poder con el ánimo y entusiasmo de millones de mexicanos y mexicanas. Un vario pinto integrado por casi todas las tendencias políticas y religiosas, con sus líderes y feligreses. Y recordemos que gobierna un país que tiene frontera de más de 3 mil kilómetros con el país más poderoso de la tierra, que siempre vio a México como el patio trasero de EEUU. Y este país no tiene países amigos. Tiene muy fuertes intereses económicos y políticos. Y el pejelagarto es el pez que tiene que sortear confrontaciones internas y externas.
Ya se me acabó el café. Ya me voy. Punto final sobre esos temas.

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